Casas de Indianos

La tradición de emigrar a América era algo ancestral en Lanestosa, pero la incidencia del capital indiano fue especialmente notoria en la segunda mitad del siglo XIX. A la vuelta de destinos como Cuba, México, Argentina, Guatemala y Filipinas, muchos nestosanos construyeron sus viviendas como domicilios estables. También se generalizaron las viviendas de comerciantes que contaban con tienda y almacén en la planta baja y vivienda en la primera.
 En terminos generales podemos decir que en torno al año 1900 se produce una importante transformación en la villa como consecuencia de las iniciativas arquitectónicas de los indianos.
La mayoría de ellos, a su vuelta, mantuvieron costumbres más o menos extravagantes, aportaron nuevas inquietudes culturales, fomentaron el interés por el progreso, y sus actitudes de nuevos ricos, con sus llamativos coches, su innovadora forma de vestir, etc, con todo ello, contribuyeron a dar un brillo especial al municipio que acabó teniendo un aire un tanto señorial que aún hoy es perceptible. 
 Además contribuyeron a la construcción de la escuela y del teatro, obras de caridad, etc. Muchos de ellos llegaron al cargo de alcalde o fueron ediles del Ayuntamiento.
A partir de los años 30 del siglo XX, la cifra de indianos que volvieron con una fortuna disminuyó notablemente, lo cual puso cierre al capítulo de la arquitectura indiana en Lanestosa.
Este proceso constructivo alteró la imagen de la villa creando una interesante mezcla junto con la arquitectura popular. 
 De todo este legado podemos disfrutar en la actualidad ya que pervive hasta nuestros días.

plano indianos

1. La Casona

C/Sáinz de Rozas nº2
Construida sobre el 1872.
Maestro de Obras-Francisco Echevarría Trápaga

Fue una de las primeras casas promovidas por los indianos en Lanestosa.
En primera instancia el impulsor del edificio fue Ramón Gallo Gutiérrez quién debió encargar el proyecto poco antes de 1872, fecha que figura en los antepechos de hierro de los vanos de la planta baja. Sin embargo en 1875, cuando aún estaba sin concluir, lo vendió por 40.000 pts a Juan Sainz Gutiérrez, nacido en Lanestosa en 1830. Juan había emigrado a Filipinas donde llegó a poseer una fábrica textil y negocios de banca, con lo que atesoró una gran fortuna con la que regresó a la villa. La finalización de obras de este edificio tuvo lugar antes de agosto de 1880, fecha en la que la casa fue registrada.

El alzado del edificio es muy sobrio.Consta de tres pisos. Únicamente aparecen marcadas las impostas, los esquinales, y ciertas molduras entorno a los huecos. Los detalles de herrería de los antepechos resultan más variados, aunque fieles a la estética de la época. La fachada trasera estaba presidida por galerías, algo casi general en la arquitectura residencial nestosana de la época.
Con el tiempo la casa sufrío varias reformas en las que se incluyeron nuevos detalles ornamentales como pudieran ser los angulos a modo de garitones en referencia clara al mundo medieval y a las formas acastilladas presentes en toda Europa en esa época. Este aporte constituyó un intento claro de ennoblecer el edificio. Fue llevado a cabo por el arquitecto Eloy Martínez del Valle alrededor de 1912. Pesa a ello el inmueble mantuvo las habituales pautas de sobriedad propias del estilo nestosano.

Fuente: Autor: Maite Paliza Monduate. Obra: "Arquitectura Indiana en Carranza y Lanestosa".

2. Casa Vizcaya

C/Sáinz de Rozas nº4
Construida en 1912.
Arquitecto – Eloy Martínez del Valle.

La “Casa Vizcaya” toma su modelo arquitectónico de la “Casa Pedro Martínez González” construida en 1901 y situada en el nº 10 de la misma C/Sáinz de Rozas.

Inmueble promovido por María Manuela Sainz Ferrer, por entonces dueña de “La Casona”, con objeto de que fuera la vivienda de su hijo Juan José Sainz Sainz , y su nuera Olimpia Martínez de la Paz.  Los dos miembros de este matrimonio eran hijos de indianos, el primero habia nacido en Lanestosa en 1879, mientras que la segunda era natural de Cuba. Este tipo de enlaces era habitual entre los indianos.

El artífice del proyecto fue Eloy Martínez del Valle que ya había realizado otros proyectos para la misma familia, concretamente la útima reforma de “La Casona”.
Parece que la propia Olimpia Martínez impuso la condición de que el inmueble tuviera por norte la residencia de sus padres, donde había transcurrido su niñez, de modo que el arquitecto configuró una planta rectangular articulada tanto en la planta baja como en el primer piso por un pasillo central rectilíneo que enlaza las fachadas principal y trasera. Este tipo de trazado ya no era usual en estos primeros años del s.XX pero se debía al deseo expreso del promotor.

Fuente: Autor: Maite Paliza Monduate. Obra: "Arquitectura Indiana en Carranza y Lanestosa".

3. Casa Valerdi

C/Sáinz de Rozas nº6
Terminada en 1890.
Autor anónimo.

Promovida por el indiano José María Valerdi Murua, nacido en Lanestosa en 1845 y que quedó huérfano de padre a muy corta edad. Emigró a Guatemala donde se dedicó al comercio conviviendo con otros nestosanos conocidos. Allí prosperó y llegó a poseer una casa de comercio situada junto al Palacio Presidencial de la capital, pero en 1879 liquidó sus negocios volviendo para instalarse en Lanestosa. Durante varios años la familia vivió en el nº2 de la C/Correo, posteriormente se trasladaron a esta nueva casa cuya construcción debió terminar en 1890. Se desconoce la identidad del arquitecto, aunque bien pudo ser un maestro de obras.

El alzado repite los mismos planteamientos austeros presentes en “La Casona”, ya que tan solo destacan los esquinales moldurados, las impostas que marcan la separación entre las plantas y los recercos de los huecos. Sin embargo, la configuración original de la fachada principal con tres calles, de las que la central es más ancha y estaba coronada por una solución a dos aguas, a diferencia de los cuerpos laterales que tenían cubierta sencilla.

Fuente: Autor: Maite Paliza Monduate. Obra: "Arquitectura Indiana en Carranza y Lanestosa"

4. Calle Antonio Echevarría Ortíz

C/Sáinz de Rozas nº8
Terminada en 1906.
Arquitecto José Ramón Ortiz Portillo

La casa del indiano Antonio Echevarría Ortiz quedó escriturada en mayo de 1906. El promotor de este inmueble había nacido en Herada (Soba, Cantabria) en 1865 emigró a Cuba, de donde regresó en 1902, momento en el que se estableció en Lanestosa. Aquí contrajo segundas nupcias con Herminia de la Maza Escobar, natural de la villa y también hija de indianos.  Este edificio resulta novedoso en relación al estilo arquitectónico residencial que predominaba en 1900 en el municipio. La concepción espacial prescinde de los habituales zaguanes rectilineos para estar organizada por el cuerpo central de la escalera cuyo lucernario sobresale por encima del resto de la cubierta, lo que la otorga una silueta original.
Sigue siendo habitual la austeridad del exterior común en Lanestosa. Ortiz de Portillo, configuró un frente noble sobrio con distribución regular de los huecos, esquinales e impostas molduradas.

Fuente: Autor: Maite Paliza Monduate. Obra: "Arquitectura Indiana en Carranza y Lanestosa".

5. Casa Pedro Martínez Gonzalez

C/Sáinz de Rozas nº12
Terminada en 1901.
Maestro de obras Amalio Llamas Solar.

Situada en la antiguamente llamada C/Laredo, en la actualidad C/Sáinz de Rozas, a continuación de lo que fue el cuartel de la villa. Paulatinamente a lo largo de la primera década del siglo XX  esta calle se va conformando a modo de pequeño ensanche o arteria principal. De este modo se fueron concentrando casas de indianos en el camino que lleva a Laredo.

Este es el caso de la Casa Pedro Martínez González, nacido en La Calera (Karrantza) en 1853. Emigró a Cuba donde llegó a tener un tostadero de café. En 1896 regresa a Lanestosa casado con la cubana Olimpia de la Paz y cuatro hijos. En principio vivieron en varios inmuebles pero finalmente levantaron éste que sería su residencia definitiva.

La casa ubicada en un gran solar, contó con varias dependencias secundarias. El edificio principal es de planta rectangular y consta de planta baja, primer piso y planta bajo cubiertas. La fachada noble cuenta con un pequeño porche rectangular que protege la entrada principal; sobre él hay un mirador en el primer piso y un balcón en la última planta bajo cubiertas. La elección de la piedra para los pilares y los balaústres en lugar de columnas de hierro ennoblece el edificio. 

Fuente: Autor: Maite Paliza Monduate. Obra: "Arquitectura Indiana en Carranza y Lanestosa".

 

6. Casa Francisco Martínez Zalacaín

C/Sáinz de Rozas nº17
Reformada en 1908.
Contratista Deogracias Martínez Echevarría.

Los indianos no solo construyeron en Lanestosa edificios de nueva planta, también reformaron inmuebles que, de ordinario, pertenecian al patrimonio familiar.
Este es el caso de la vivienda de Deogracias Martínez, nacido en Carrascosa (Cuenca) que en torno a 1861 se había instalado en Lanestosa, donde tenía parientes y donde ejerció como cantero. Uno de sus hijos, Francisco Martínez Zalacaín, nacido en la villa, emigró a Cuba, donde hizo fortuna. Regresa alrededor de 1908 y comienza a reformar la casa paterna.

Casa de grandes proporciones repartida gracias a un cuerpo central formado por la escalera. De tres plantas y con fachada principalque da a la carretera. Las dos primeras plantas con amplios y alargados ventanales distribuidos a los lados de las puertas, que en la segunda planta hace las veces de mirador. Tres pequeños vanos se conforman en la tercera planta. Amplia galería de madera acristalada al lateral izquierdo, bajo la que se sitúa una bonita terraza que se abre a los jardines y huerta.

Fuente: Autor: Maite Paliza Monduate. Obra: "Arquitectura Indiana en Carranza y Lanestosa".

 

 

7. Gaspar Sainz de la Calleja

C/ Arena nº15
Construida en 1892. Reedificada en 1912.
Autor anónimo.

El promotor había nacido en Soba (Cantabria) y emigró a Mexico de donde regresó con gran fortuna. Se instaló en Madrid, pero construyó esta casa en Lanestosa donde pasó largas temporadas y periodos vacacionales. Pocos años después de la finalización de las obras, el edificio sufrió un incendio que lo redujo a cenizas. No obstante fue reconstruido sobre 1912.
Respecto al alzado reitera las pautas de “La Casona” y “Valerdi”, ya que los únicos detalles destacables en la fachada principal son la distribución regularizada de los huecos, la inclusión de impostas en la separación de las plantas, los esquinales de silleria y los sencillos recercos de los vanos.
Llama la atención la impresionante galería acristalada en su fachada lateral que apoya sobre columnas de hierro de fundición y
remata en una terraza. Novedad añadida tras el incendio.
La contemplación del inmueble resalta las grandes proporciones del mismo quedando algo descontextualizado en el corpus arquitectónico de la villa.
No obstante, otras casas de la época como “La Casona”, coinciden en un planteamiento similar; homogeneidad en los exteriores, pero tendencia a no guardar relación con los edificios colindantes.
 
Fuente: Autor: Maite Paliza Monduate. Obra:"Arquitectura Indiana en Carranza y Lanestosa".
 
 
 

8. Casa Sobera

C/ Real nº7
Construida entre 1934 y 1935
Autor Eloy Martínez del Valle.

Casa costeada por José Sobera García, hijo del propietario del inmueble, Higinio Sobera. José, natural de Lanestosa donde había nacido en 1884 y que emigró a Mexico antes del 1900. En América hizo una fortuna considerable gracias a negocios de fábricas de licores, minas de cobre y ganaderias. Desde el primer momento fue conconcebida como residencia paterna, ya que José Sobera nunca se estableció definitivamente en Lanestosa, aunque, cuando venía a España de vacaciones, pasaba aquí largas temporadas. A la hora de sufragar los gastos de edificación de esta vivienda, su actitud obedeció al deseo de favorecer y mejorar la situación de los familiares, algo muy frecuente entre los indianos. Esta postura quedó ratificada posteriormente, ya que al fallecer en México en 1947, legó todos los bienes que poseía en la villa a sus hermanos.
La casa, formada por un núcleo cúbico del que sobresalen varios cuerpos de galerías y miradores de planta rectangular, consta de semisótano, planta baja, primer piso y desván. En el primero de ellos están la leñera, el cuarto de la calefacción y el lavadero-tendedero. El piso noble está ocupado por el hall, despacho, sala, comedor, cocina y cuarto de baño. En la primera planta, hay un hall, cinco dormitorios y un cuarto de baño con sanitarios originales. En la planta bajo cubiertas hay cuatro dormitorios de servicio, dos trasteros y un pasillo. Llama la atención la organización espacial articulada mediante un hall en lugar de un pasillo. De este modo, el arquitecto rompe con las pautas usuales en la arquitectura residencial de Lanestosa haciéndo prevalecer los patrones de herencia británica, vigentes a finales del s. XIX.
El alzado del edificio demuestra el acercamiento de Eloy Martínez del Valle hacia el racionalismo. En este sentido, la desnudez ornamental y la abundancia y el tamaño de los vanos son sintomáticos. Una de las novedades mas significativas es la inclusión generalizada de ventanas de guillotina que solo habían aparecido en Lanestosa en algunas galerías. Igualmente llama la atención la abundancia y el formato de las galerias, los miradores y las terrazas ya que no corresponden con el estilo que imperaba en aquellos años en la villa. Hay fotos que demuestran que la galería abierta que precede a la entrada principal tenía remate en terraza.

Fuente: "La obra del arquitecto Eloy Martínez del Valle en el País Vasco" de Maite Paliza Monduate. 

 


 

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